La Habana es una ciudad encantadora y con vistas, ideal para disfrutarla a golpe de panorámica. Dentro de sus múltiples miradores hacia el Atlántico, probablemente los 5 más emblemáticos son los siguientes:
Memorial José Martí
En plena Plaza de la Revolución, frente a las célebres siluetas del Che Guevara y Camilo Cienfuegos, se encuentra el punto más alto de La Habana. Un monumento que cuenta con una torre de más de 140 metros de altura y es la estructura más alta de la ciudad. El complejo, presidido por una gran estatua de José Martí, ofrece además varias salas de exposición interiores dedicadas al héroe nacional cubano y la historia del país.
Mirador panorámico de La Habana
Una vez dentro, subiendo un ascensor se accede a un mirador panorámico de 129 metros de altura, desde el que es posible ver prácticamente toda la ciudad. Las espectaculares vistas son de 360º (a través de ventanas acristaladas) y la entrada para subir es bastante económica, aproximadamente 2 CUC. Por lo que es una opción muy recomendable para ver La Habana desde las alturas.
Como curiosidad, cabe destacar que este es el lugar en el que Fidel Castro solía dar durante horas sus conocidos discursos, que congregaban a miles de personas en la Plaza de la Revolución habanera. Asimismo, es un lugar emblemático y cargado de simbolismo en las visitas institucionales de líderes extranjeros, en las que es habitual hacer una ofrenda al héroe nacional cubano José Martí. Como en las visitas del expresidente estadounidense Barack Obama, o del Gobierno y los Reyes de España.
Memorial en la Plaza de la Revolución
Jardines del Hotel Nacional de Cuba
El célebre Hotel Nacional, inaugurado en el año 1930, es una de las construcciones más conocidas de La Habana. Un hotel en el que se han alojado buena parte de las celebridades que han visitado Cuba. Situado frente al Malecón (al final de la mítica calle 23), cuenta con un cuidado jardín al que se puede acceder de forma gratuita. Las vistas son muy bonitas y puedes aprovechar la ocasión para hacer fotos con el Atlántico de fondo.
Jardines del Hotel Nacional | Foto: Yisel Páez
Mirador de Casablanca
Un mirador muy recomendable del que ya hablé más a fondo en artículos anteriores, situado al otro lado de la bahía de La Habana. Casablanca es un curioso barrio que ofrece una de las mejores panorámicas de la capital de Cuba.
Castillo del Morro
Un fuerte de defensa histórico, igualmente situado al otro lado de la bahía habanera. El Castillo de los Tres Reyes del Morro forma parte junto a la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña del complejo Morro-Cabaña. Personalmente, visité la zona aprovechando el tour que hice junto a mis padres en un carro descapotable, pero también puedes llegar de forma más económica en un almendrón colectivo. La visita merece la pena, puesto que el emplazamiento está situado en una pequeña colina y la panorámica de La Habana es muy vistosa.
Como curiosidad, cabe destacar que cada día a las 21:00 se celebra en la Fortaleza de la Cabaña la ceremonia del cañonazo, que rememora la realizada por los españoles en la época colonial para cerrar las puertas de la muralla de la ciudad. Asimismo, desde el 2008 el faro del Castillo del Morro está hermanado con la Torre de Hércules por su similitud con el buque insignia de A Coruña. Un claro ejemplo de la historia compartida y los lazos de unión existentes entre Galicia y Cuba.
Panorámica de la ciudad desde el Morro
Malecón de La Habana
El Malecón mide unos 8 kilómetros, pero es casi un mirador infinito hacia el Atlántico. Un banco ideal para compartir buenos momentos en pareja o entre amigos, con mucho encanto y unas puestas de sol inolvidables. De noche o de día, el Malecón es un punto de encuentro mítico y siempre está lleno de vida.
Puesta de sol en el Malecón
Frente al muro, puedes visualizar el mar y la preciosa bahía habanera. Mientras que en la parte interior encontrarás monumentos como el dedicado a las víctimas del Maine, las estatuas de Antonio Maceo o Máximo Gómez, el Hotel Nacional de Cuba o la majestuosa Embajada de España.
Finalmente, si te has quedado con ganas de más puedes tomar algo en las terrazas de los lujosos hoteles de La Habana Vieja. Como el Kempinski, el Paseo del Prado o el Packard, que están estratégicamente situados para ofrecer las mejores vistas de la ciudad.
Terraza del Hotel Packard
